lunes, 24 de diciembre de 2007

FE DE ERRATAS


No había podido escribir y hay tantas cosas que contar, pero lo primero es lo primero. Respecto a lo que les contaba la vez anterior, eso de las "terribles consecuencias de la vida", ahora me moría de la risa viendo tanta lesera junta. Es que en realidad no podía ser tanta mala suerta. Les cuento que ese día estuve mal todo el día, super bajoneada porque pensaba que además, mi marido me había jugado chueco al no contarme la terrible coincidencia de apellido. En fin. Hablé con mi mamá y le conté todo esto y ella también lo encontró terrible, pero me animó a que conversara lo antes posible, porque tenía que haber una respuesta. Y claro, mi marido me notó muy distante y rara y al preguntarle porqué no me había contado que teníamos el mismo apellido que la yegua, me dijo que qué? cómo? que noooo!!! etc etc y cuando le conté que lo había visto en los papeles del abogado, claro, ahora me parece tan obvio, fue todo un error del abogado!!! jajajjaa Lo voy a demandar por daños y perjucios morales! jajajajaja
En fin, lo llamó inmediatamente y le dijo que como eran tan gil!
Asi que asunto resuelto.
La madrasta de la niña

1 comentario:

María José dijo...

JAjajaajaja!!! exactamente, como tan gil...