jueves, 3 de julio de 2008

Y llegan las vacaciones de invierno...


Se aproximan las vacaciones de invierno y muchas madrastras tendran que pasarlas junto a sus hijastros y yo soy una de ellas.

No puedo negar que cada vez que recibimos la visita del hijo de mi marido, surgen miles de preocupaciones en mí, pero para mi marido es sólo disfrutar... pues yo me tengo que hacer cargo del 90% de la pega, porque me tengo preocupar de miles de cosas, entre ellas, la limpieza de la casa - que muchas ya sabrán que con niños es doble trabajo- además de preocuparme de hacerle almuerzo, lavar ropa, entretenerlo, cuidarlo cuando sale a jugar, etc, ustedes se preguntarán por qué asumo esta responsabilidad? Uno, porque amo a mi marido y sin mi ayuda mi marido no podría estar con su hijo,y dos, porque estos días mi marido no se toma vacaciones. En fin, sé que asumí una responsabilidad que no me corresponde, pero como ya lo mencioné es sólo por amor a mi marido.

Cada vez que se acerca una fecha donde se repite este tipo de situaciones caigo en días angustiosos y donde mi cerebro piensa el doble, el triple, y que realmente muchas veces siento que me voy a volver loca, gracias a Dios, ayer tuve terapia con mi sicóloga y fue de gran ayuda para poder enfrentar estos periodos de la manera más estoica.

La verdad es que este stress no sólo lo ha provocado la visita del niño, sino también una conversación que mi marido tuvo con su hijo un tiempo atrás, que ahora les comienzo a relatar...

Hace alrededor de una semana, mi marido como todos los días llama a su hijo para saber cómo estaba y él niño le dijo que estaba bien y le contó que él y su madre se irían a vivir a otro lugar, junto al pololo de su madre. A lo que, tras cortar el teléfono comentamos con mi marido, pues esto cambia un poco las cosas, sobretodo porque su hijo estaría más solo de lo que está pues por lo menos hoy en la casa de su madre están con su otra abuela y con la hermana de su madre. Pero en fin, nosotros no podemos opinar.

Bueno, a los días y como era de suponer, la madre de mi hijastro le mandó un mensaje de texto a mi marido diciendole que tenía que hablar algo con él, mi marido le devolvió el llamado pero no la pudo ubicar. Sacando conclusiones, tras saber el cambio de casa, con mi marido estamos seguros de que es para pedirle más plata, porque como ella no trabaja, hace como que estudia, pues se suponía que el año pasado terminaba de estudiar y se ponía trabajar, por lo que sabemos hasta hoy no ha terminado sus estudios ni menos está trabajando. Pero esa no fue la única conlcusión, y gracias a todo los antecedentes de la loca, no me extrañaría que le dijiera a mi marido que ahora su hijo debería vivir con nosotros, y les juro por Dios que ella sería capaz de abandonar a su hijo nuevamente, si ya lo hizo una vez, por qué no lo haría de nuevo?

Para más remate, la tonta se hace la misteriosa, porque mi marido le dijo qué era lo que quería conversar y ella le dijo que se lo diría en persona. Son altas las probabilidades de que sólo sea más dinero para contratar a una nana que cuide al niño mientras ella huevea por la vida, lo que me tranquiliza es que mi marido está en una parada más madura y diferente, me dice que no le va a entregar más plata, que si quiere que ella trabaje o lo demande, y les juro que prefiriría mil veces que lo demandara para que un juez estipulara cuánto le debe pasar mi marido.

Bueno, pero como yo soy ansiosa y no puedo esperar a saber, tendré que investigar que es lo que quiere la loquita de la niñita... cuando averigue les cuento...

La madrastra del niño